
Como futuras
educadoras sociales debemos disponer de gran cantidad y diversidad de
herramientas a la hora de realizar nuestro trabajo. De la misma manera que las
artes plásticas, la animación, la música o la cultura, el teatro y más
concretamente el teatro social es otra herramienta
poderosa y socioeducativa mediante
la cual podemos transformar. No obstante, aunque es útil para los educadores
sociales porque nos ofrece muchas posibilidades para trabajar con las personas,
requiere una formación con un determinado tiempo.
Pero, si se
considera necesario disponer de una formación personal en este ámbito, ¿por qué
no se dedica un espacio al teatro en las formaciones de los futuros
profesionales del campo de lo social (animación sociocultural, integración
social, educación social, trabajo social)? No conocemos el motivo, pero lo que
sí nos consta es la escasez de asignaturas, concretamente en Educación Social,
que hacen alusión al tema del teatro para trabajar con grupos sociales. A día
de hoy, tan solo se nos ha informado acerca de la importancia del teatro en una
asignatura, específicamente en la de “Programas
de acción sociocultural y educativa”. Es por esto mismo que si un
profesional dispone de interés por trabajar en el ámbito teatral se debe
especializar por su cuenta.
A partir de
la idea principal de teatro de
la que partimos, es imprescindible indicar la importancia de ser una
herramienta tanto de transformación personal (individual) como colectiva (del
grupo con el que trabajamos), implicando en esta última la participación.
Transformación personal porque nos permite conocernos a nosotros mismos, despertar
nuestras capacidades expresivas y desmecanizar nuestras acciones para ser más
versátiles y dueños de nuestras respuestas; y transformación colectiva en tanto
en cuanto se genera cohesión grupal y se empatiza con el resto de los
participantes.
Tal y como
afirma Xavier Úcar Martínez, “la
animación teatral es aquel conjunto de prácticas socioeducativas con personas,
grupos o comunidades que, a través de metodologías dramáticas o teatrales,
genera procesos de creación cultural y persigue el empoderamiento (empowerment)
de los participantes”.
Además, hay
que tener en cuenta que en este ámbito teatral caben diferentes denominaciones
con algunos matices tales como teatro aplicado, teatro para el desarrollo,
teatro comunitario, animación teatral, teatro del oprimido y teatro social, al
cual ya hacíamos referencia por tener una denominación bajo nuestro criterio
más adecuada a la educación social.
Más
concretamente el teatro aplicado tiene
diferentes fuentes:
1. Ruptura con
el teatro tradicional, con la estética, los espacios, etc.
2. Incluye la
pedagogía crítica de Freire. El teatro mediante la educación problematiza, el
actor se educa y este último no solo se educa, sino también es facilitador.
3. La idea del
espectador o teatro foro propuesta por Boal, siendo el público partícipe de la
obra.
El último
aspecto que queremos abordar es el ejercicio
que trabaja el teatro desde su vertiente más social: el teatro del oprimido, de la misma manera que el teatro foro que propone Boal. El teatro del oprimido, como su
propio nombre indica, es aquel teatro que se sirve de situaciones de opresión
que se establecen en nuestras vidas diarias. El objetivo es generar la
participación del público, de los espectadores teatralmente hablando, para que
sean éstos mismos los que cambien la situación de injusticia a la que se les
somete en determinadas ocasiones. La parte más central de Boal es precisamente
ésta, la de hacer partícipes de la obra a las participantes. Pero, ¿cómo hacer
partícipes a las personas? La participación se puede incitar de algunas formas.
El lanzar preguntas sobre cómo salir de la situación de discriminación u
opresión que se ha planteado en la obra, es una forma muy eficaz de conseguir
involucrar a los sujetos expectantes.
En
definitiva, el teatro es una herramienta de concienciación y transformación
social que nos permite abordar diferentes situaciones de los sujetos con los
que se trabaja. Sin embargo, hay que tener presente que es un ámbito que requiere
aprendizaje personal.
Maribel
Bordal, Begoña Granell y Neus Zapater.