“El museo de las
prohibiciones”,
así es como lo calificó una persona tras el pequeño incidente que ocurrió previamente
al comienzo de nuestra visita al museo. Un guardia prohíbe la entrada de un
juguete (monopatín) de una compañera al recinto. Este suceso da cuenta de la
falta de flexibilidad por parte de este trabajador, pues de la misma manera que
se habilita un espacio para depositar
objetos personales, se podría haber guardado en él sin inconveniente alguno.
No queríamos comenzar con la narración de
esta nueva experiencia socioeducativa, sin antes expresar nuestra opinión
acerca de dicho caso. Nos centramos pues en los aspectos socioculturales y
educativos que pudimos observar en dicho espacio cultural, el museo.
En cuanto a su estructura, el museo se
asemeja a una cárcel, ya que históricamente en él se encontraban todos los
huérfanos porque se trataba de una casa de Beneficencia. Tras la transición,
pasa a manos de la diputación, convirtiéndose al mismo tiempo en un espacio cultural. Actualmente, es un
museo familiar de cultura popular y tradicional. En el momento que se reformó,
pasó a tener un aspecto mucho más vanguardista, combinando su parte más moderna
y la más rural.
No obstante, de todas aquellas salas con las
que cuenta dicho museo, resaltamos el aula de didáctica, ya que es el espacio
donde podemos operar en el campo de lo social como futuros educadores sociales.
Podemos preguntarnos, ¿cuál es entonces el papel o la función del educador
social como profesional en este tipo de espacios? La respuesta no es sencilla
si polarizamos la función únicamente con la práctica de exposiciones o visitas
guiadas. Pero, de la misma manera que las misiones del museo son diversas,
también lo son las de un educador social en este espacio de educación no formal,
desde dinamizar los grupos, organizar los espacios, hasta realizar visitas
guiadas.
También, cuando se nos pregunta
por el concepto de museo, solemos
responder casi de manera automática, que son exposiciones. Sin embargo, la
función de los museos no es únicamente la de mostrar y explicar la cultura, tradición
o las costumbres en este caso valencianas, sino que tiene diferentes misiones
como son
- Proteger/conservar el patrimonio.
- Investigar.
- Difundir y enseñar al público.
En el caso de las exposiciones a la que
hacíamos referencia anteriormente, podemos encontrar tanto exposiciones
permanentes como temporales. Las temporales. Como su propio nombre indica, son
exposiciones que se exponen durante un periodo de tiempo determinado, mientras
que como exposiciones permanentes cuentan con la ciudad, “l`horta marjal” y la “muntanya
i secà”.
En cuanto a la metodología, de entre los
aspectos más singulares y característicos resaltamos la manera de comunicar, la importancia de cómo
se comunica y no tanto de los contenidos que se transmiten, buscando siempre
algún aspecto que conecte con la vida de los visitantes, ya que es esto mismo
lo que tiene que guiar la actividad. Quizás, es esto mismo lo que se echó en falta
en la narración de la visita guiada, pues careció de cuestiones hacia los
visitantes, ya que en ningún momento se lanzaron preguntas abiertas que
despiertan el interés de los asistentes.
Además, es importante gestionar la didáctica, desde que se inicia una
actividad o taller hasta que se consigue el “producto final”.
Los talleres
son una herramienta para dinamizar a través de los juegos a un grupo. Concretamente,
los tres que se realizan en el museo y segmentando a los grupos son el que se
realiza con los niños, el “joc de l’horta” que se trata de una oca que
representa el ciclo del cultivo y “enrol” mediante el cual se utilizan 16
personajes de la ciudad de valencia y se lanzan 36 preguntas a las que hay que responder.
La finalidad de cada uno de los talleres es que el grupo identifique aspectos
tradicionales y culturales de Valencia.
En todo lo anterior, hemos querido concentrar
aquello que, como futuros profesionales del campo de lo social, se nos quiso
comunicar de manera clara y concisa, pues es imprescindible que conozcamos
otros espacios culturales y la manera en que se conecta con la cultura. Nos
quedamos con una de las frases que guían las actuaciones de los profesionales
que intervienen en el aula de didáctica, “es
importante la organización de los espacios y tiempos adecuados, así como los
recursos”. Y es que está en eso mismo, en la organización, el todo si lo
que queremos en conseguir los objetivos que nos proponemos como profesionales.
Sin una buena organización de los espacios y los tiempos, difícilmente podremos
comunicar adecuadamente aquello que se pretenda.
Maribel Bordal, Begoña Granell y Neus Zapater
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